Vista interior del fondo de
la gruta de la Natividad; la puerta a la izquier- da conecta con otras grutas debajo de la Parroquia Católica de Belén
En las dilaciones del censo y en espera del alegre
suceso, José tuvo tiempo y
modo para arreglar todo
bien, incluso el pesebre;
que no era una simple cueva, sino un sistema de grutas, que, queriendo, podían co- municar con la habitación superior. Por tanto hay trabajo
para José: limpieza y
arreglos, algún madero para formar un ángulo reservado, primero para María y luego para
él, un lugar seco y fresco para conservar las provisiones alimenticias;
el agua de la cisterna estaba allí cerca; en suma,
un arreglo decente, en una típica
gruta palestina, pero junto a una casa, donde quedarse sin problemas aquel par de meses de la "separación
ritual" requeridos para la perfecta observancia de la Ley judía. S.
José hizo todo este trabajo
con habili- dad de artesano, propia
de él y con la mente fija en
el doble Misterio que él, cabeza de familia investido expresamente por el Cielo para tan grave misión, no sólo debía guardar, sino también defender de
toda curiosidad humana, con la discreción del justo y el
tacto del descendiente real.
Pesebre de Belén, tallado en la roca, Lugar donde María recostó
al niño Jesús
La gruta que se venera
bajo la basílica de Belén no
concuerda en nada con la que acabamos de describir. La adaptación al culto la ha transformado
por completo. Sus altares actuales, lámparas, corti- najes, revestimiento de mármol, cuadros, candele- ros... la hacen irreconocible, pero no pierde por eso su poder
de sugestión ni su santidad.
Situada bajo el presbiterio de la basílica, a tres metros de desnivel, se baja a ella por una escalina- ta. Ya San Justino en el siglo II decía: ¨En Belén está la gruta donde Jesús ha nacido y el establo que le sirvió de cuna. Cristo, al que yo amo, nació aquí hace sólo 150 años¨.
Esta gruta del Nacimiento y del pesebre donde nació Jesús fue identificada gracias a los cristianos parientes y familiares del Señor después de su resurrección. Sin embargo la gruta de la Natividad en Belén fue profana- da al igual que Santo Sepulcro de Jerusalén. El cristia- nismo en la Tierra Santa desde su nacimiento hasta la paz de Constantino, durante sus tres primeros siglos tuvo que sufrir a causa de las persecuciones promovi- das por los emperadores de Roma desde Nerón hasta Diocleciano.
La pequeña comunidad judío-cristiana tuvo
que huir a Pella, localidad
situada en el valle del Jordán. El empe-
rador Vespasiano, y sobre todo Domiciliano, temiendo sublevaciones en Tierra Santa, ordenaron la detención
de todos los descendientes de la familia
de David. Fue- ron presentados a los tribunales
diversos parientes de Cristo, sencillos labradores residentes en Nazaret y otras ciudades de Galilea. La veneración de que eran objeto por sus compatriotas por pertenecer a la paren-
tela de Cristo, fue extraordinaria en Simeón, obispo de Jerusalén, que murió crucificado en el año 107, acusa- do
de ser descendiente de David.
Vista interior de
la santa Gruta del Nacimiento de Cristo
Así se llega hasta Adriano, uno de los períodos más duros de la Iglesia,
por tener que sufrir inocentemente. Adriano romanizó los lugares santos judíos como el Templo, y los cristianos como el Calvario
y el
Santo Sepulcro. Quedaron sepultados bajo bellos monumen- tos. Sobre la gruta de la Natividad de Cristo, hacia el
año 135 había construido un templo al dios Adonis
para borrar la memoria del nacimiento
de Jesús. San Jeróni- mo, conocedor de la historia
de Belén porque vivió du-
rante 33 años junto a la santa gruta, habla de esta pro- fanación en su época. Con esto Adriano
intentó quitar- les la fe a los cristianos en la Resurrección y en la Cruz,
pero, no lo consiguió. He aquí el testimonio de Orígenes (+254), padre de la Iglesia, siglo III ¨Esta gruta es bien
conocida entre los extraños de nuestra fe y es amada
y venerada por los cristianos
pues en ella vio Jesús la luz¨
Mientras los
cristianos de Oriente sufrían persecu- ción, en otras provincias del imperio romano
como las de Francia, Inglaterra
y España gozaban de una
paz envidiable, debido al gobierno benigno de Constancio
Cloro, casado con una mujer cristiana, Santa Elena, la madre de Constantino. Fueron estos
dos personajes, madre e hijo, quienes
otorgaron la paz definitiva a la
Iglesia y, como prueba de esta reconciliación del impe- rio
con los cristianos,
construyeron sobre la gruta de Belén, el Calvario y el Santo
Sepulcro majestuosas basílicas en testimonio de su fe en Cristo.
Sin embargo, en el siglo VI, la basílica
de Belén des- apareció casi sin dejar ninguna huella. En el siglo VII, el emperador Justiniano dio la orden de demoler la pequeña iglesia de Belén, y de construir
una iglesia espléndida, grande
y hermosa, de manera que ni en Jerusalén hubiera otra tan bella. Justiniano fue un gran restaurador, y es una lástima que hoy no podamos
verificar todas aquellas maravillas.
Despojada de la brillantez de los bizantinos
y de los cruzados, esta es la
basílica que se nos presenta hoy en la ciudad
de Belén.
Estrella de plata debajo del
altar ortodoxo griego que indica
el lugar del nacimiento de
Jesús
En la Gruta de la Natividad en Belén hoy día existe una Estrella de plata que indica
el lugar donde la Virgen María dio a luz a Jesús. Esta estrella fue colocada
por los Franciscanos el año 1717 y lleva la siguiente ins- cripción en latín:¨HIC DE VIRGINE
MARIA IESUS CHRISTUS NATUS EST¨ + 1717+ Que traducido es: ¨AQUÍ, DE LA VIRGEN MARÍA,
NACIÓ JESUCRISTO¨ Los peregrinos al llegar a este lugar besan la estrella
en señal de veneración
del lugar donde Nació nuestro Salvador como lo testimoniaba ya otro
padre de la Iglesia, San Sofronio en el siglo VII: En la gruta donde la Virgen María, reina
del universo, dio a luz al Salva- dor de los hombres, yo
apoyé mi
frente y
mi boca en el suelo donde reposó Cristo para recibir su
bendición.
En esta gruta se encontraba la Virgen
María con el Niño Jesús cuando llegaron los Magos de oriente. Nos dice
San Justino de Nablús,
mártir del siglo II en su
obra Diálogo con Trifón: "Habiendo nacido entonces el Niño en Belén, porque José no tenía en aquella aldea (kóme) donde alojarse,
se alojó en una cierta gruta
(spélaio) cercana a la aldea, y entonces, estando ellos
allí, María dio a luz a Cristo y lo puso en un Pesebre, donde fue encontrado por los Magos provenientes
de Arabia".
Vista del altar católico frente al pesebre de Belén dedicado a la adoración de los
Santos Reyes Magos
En memoria
de esta Santa Gruta venerada por los
cristianos en Tierra Santa hemos realizado
en nuestra
Parroquia Santuario Protomartires de la Inmaculada Concepcion
una vez más la réplica de la Gruta Belén representando en ella la escena del Nacimiento de Jesus. La misma permanecera expuesta hasta el dia 2 de febrero de 2014, Fiesta de la Presentacion del Niño Jesus en el templo.
Replica de la Gruta de la Natividad en la Ermita de Espinar |
Esperamos que
esta reseña les ayuden a apreciarla y a viajar
espiritualmente hasta el lugar
santo donde nació nuestro Señor
Jesucristo, de la
Virgen María.
Feliz y Santa
Navidad 2013 y
Bendiciones para
el nuevo año 2014
POR: FRAY LUIS O. PADILLA CRUZ, OFMCAP
Para adquirir,la Estrella de la Natividad,deseo me envien especificamente el pago por el banco que tengo que hacer el envío.agradeciendo de antemano atentamenteLuisa Encinas.
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