Aclaración de la Diócesis de Mayagüez sobre la situación de la Misión del Rosario del Pozo de Sabana Grande


 
Sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos, institutos de vida consagrada, fieles y hermanos de buena voluntad:

1) a. Hace tres años en septiembre 12, 2011 llegué a la Diócesis de Mayagüez como segundo Obispo diocesano.

  b. En  el  territorio  de la  diócesis  se  encuentra la Parroquia  San  Isidro  Labrador y Santa María de la Cabeza de Sabana Grande, donde está el llamado Pozo de la Virgen, sobre el cual tengo jurisdicción eclesiástica en la Iglesia Católica.  Por esta razón me siento obligado, como Obispo de Mayagüez, a indicar y corregir lo concerniente a la devoción Mariana de la Virgen del Pozo de Sabana Grande y sus seguidores.
 

   2)  La devoción mariana es del corazón creyente de los puertorriqueños y puertorriqueñas no solamente católicos. Es necesario que respondamos ésta pregunta fundamental para clarificar nuestra adhesión y nuestro amor a la Virgen María:

 
a. ¿Qué es amar a María? La respuesta acertada nos es dada en principio desde la Palabra revelada por Dios, en la Santa Biblia, que nos ilumina. En San Lucas 1,26ss, relato de la Anunciación, se nos indica que Ella es la elegida para ser Madre del Señor. Es la llena de gracia por favor de Dios y bendita entre las mujeres. Su respuesta a la elección nos da una clave para comprender lo que es amarla, ser fieles, servir a Dios. Ella lo expresa diciendo: ‘’He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra’’ (Lc. 138). Igualmente en San Juan 2 le contemplamos como protagonista del primer signo o milagro de Jesús. Lo trascendental es la confianza incondicional de la Virgen Madre en su Hijo, a quien confiesa como Salvador y Mesías. Todo creyente que ama a María ha de confiar como Ella en Jesucristo.

b. La maternidad divina de María está basada en las enseñanzas de  los Evangelios, en los escritos de los Padres y en la definición expresa de la Iglesia. San Mateo 1,25 testifica que María ‘’dio a luz a su primogénito’’ y que Él fue llamado Jesús. Para los católicos Jesús es la Segunda Persona de la Santa Trinidad. Él es verdadero Dios y verdadero hombre de acuerdo con el Credo. Incluso los Padres más antiguos de la Iglesia no dudaron en extraer esta conclusión, como puede verse en los escritos de San Ignacio de Antioquía, San Ireneo de Lyon y Tertuliano. El conflicto de Nestorio y sus seguidores que negaba a María el título de ‘’Madre de Dios’’ fue zanjado por las enseñanzas del Concilio de Éfeso, que proclamó que María era Theotokos (Madre de Dios) en realidad y en el verdadero sentido de la palabra.

 c. De acuerdo al Concilio de Éfeso, (año 431)… ‘’Confesamos, consiguientemente, a Nuestro Señor Jesucristo Hijo de Dios Unigénito, Dios perfecto y hombre perfecto compuesto de alma racional y de cuerpo, antes de los siglos engendrado del Padre según la divinidad, y el mismo en los últimos días, por nosotros y por nuestra salvación, nacido de María la Virgen según la humanidad, el mismo consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad y consustancial con nosotros según la humanidad. Porque se hizo la unión de dos naturalezas (humana y divina), por lo cual confesamos a un solo Señor y a un solo Cristo’’ (DS, 272).

d. Amar a Dios, a la Virgen María, a los Santos, a las almas benditas del purgatorio, al prójimo, es parte de nuestra cultura puertorriqueña, fruto de la concepción judeocristiana que la configura. Es una cultura religiosa que se ha edificado para el bien común.

 
Por otra parte, la imaginación religiosa puertorriqueña es rica y creativa. Hay que evangelizarla y purificarla. En parte, nuestra imaginación religiosa está presente en la vida cultual y devocional Católica. También hay elementos de esa expresión cultural religiosa puertorriqueña que no son exclusivamente católicas ni cristianas.

 

4)    La devoción a la Virgen del Pozo.

  a)  Es legítimo el amor a  la Virgen  María, es loable tener devoción mariana.

   b) El Obispo de Ponce, S.E.R. James McManus (quien para entonces tenía jurisdicción eclesiástica) atendió en el año 1953 las supuestas visiones y mensajes en Sabana Grande. Más tarde después de un profundo estudio de toda la problemática envuelta en torno a la llamada ''Misión de la Virgen del Rosario del Pozo'',   la Conferencia Episcopal de Puerco Rico (CEP)  también en varias ocasiones desautorizó su promulgación. En el pasado, durante el mes de noviembre de 2006 la CEP publicó una Carta Pastoral sobre la llamada ''Misión Virgen del Rosario del Pozo" (El Visitante, 19-25 de noviembre de 2006). Allí se reiteró   que no existe constancia del carácter sobrenatural de las apariciones. Para efectos eclesiales, la llamada ''Misión de la Virgen del Rosario del Pozo'' dejó de existir como asociación desde el año 1987. Esta carta pastoral reafirma el decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe que prohíbe explícitamente a los líderes de la Misión de la Virgen del Rosario del Pozo continuar difundiendo la asociación. Reclama a dichos líderes abstenerse de prácticas ascéticas particulares, y les prohíbe difundir doctrinas ocultas, reservadas o confidenciales, que no tienen el carácter público propio de la fe católica.

c)   La Misión de la Virgen del Rosario del Pozo no goza de ninguna personalidad jurídica en la Iglesia Católica. Según decreto de la Congregación para la Doctrina para la Fe y según comunicado de la citada Congregación del 19 de enero de 2007, dirigido al Arzobispo de San Juan. Tal comunicado es afirmación de lo decretado anteriormente.

d)   La Asociación del Pozo ha sido abolida en diversas jurisdicciones, que por algún tiempo la admitieron. Recientemente recibimos comunicado del Obispo Eduardo José Carmona Ortega de San José del Parral, México, disolviendo todo vínculo, aun la rama sacerdotal y religiosa. Tal decisión me parece justa y legal dentro del Derecho Canónico de la Iglesia Católica.

E)   Por otro lado, el Obispo José Vicente Conejero Gallego  de Formosa, Argentina, les acoge. Es conveniente para estos sacerdotes y religiosas buscar un amparo eclesial. En Puerto Rico no pueden ejercer el ministerio sacerdotal y diaconal, ni tienen presencia canónica como consagrados o consagradas.  

5)  En el mes de mayo, mes de la Virgen, pido a todos los devotos y católicos fieles que celebren con mucho fervor y amor las fiestas en honor de la Virgen María y toda expresión de devoción mariana. El Obispo, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y fieles de la Diócesis de Mayagüez estamos dispuestos a acoger con amor y dialogar con quienes cultivan esta devoción a la Virgen del Pozo de Sabana Grande, animándoles a vivir en fidelidad con el sentir de la Iglesia y permaneciendo en plena comunión con ella en esta diócesis.   

                  +Álvaro Corrada del Río,  S.J.
                Obispo de Mayagüez    

El Camino de la Cuaresma, Camino hacia la Pascua y el Bautismo

Benedicto XVI recibiendo las cenizas, el 13 de febrero de 2013

Catequesis de Benedicto XVI, sobre el Camino cuaresmal hacia la Pascua
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, marcados por el austero símbolo de la Ceniza, entramos en el tiempo de Cuaresma, comenzando un itinerario espiritual que nos prepara para celebrar dignamente los misterios pascuales. La ceniza bendita impuesta sobre nuestra cabeza es un signo que nos recuerda nuestra condición de criaturas, nos invita a la penitencia y a intensificar el compromiso de conversión para seguir cada vez más al Señor.
La Cuaresma es un camino, es acompañar a Jesús que sube a Jerusalén, lugar del cumplimiento de su misterio de pasión, muerte y resurrección; nos recuerda que la vida cristiana es un «camino» por recorrer, que no consiste tanto en una ley que debemos observar, sino en la persona misma de Cristo, a quien hemos de encontrar, acoger y seguir. De hecho Jesús nos dice: : «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga» (Lc 9, 23). O sea, nos dice que para llegar con él a la luz y a la alegría de la resurrección, a la victoria de la vida, del amor, del bien, también nosotros debemos tomar la cruz de cada día, como nos exhorta una hermosa página de la Imitación de Cristo: «Toma, pues, tu cruz y sigue a Jesús; así entrarás en la vida eterna. Te ha precedido él mismo, llevando su cruz (cf. Jn 19, 17) y ha muerto por ti, para que también tú llevaras tu cruz y desearas ser también tú crucificado. Pues si mueres con él, vivirás con él y como él. Si lo acompañas en el sufrimiento, lo acompañarás también en la gloria» (L. 2, c. 12, n. 2). En la santa misa del Primer Domingo de Cuaresma rezaremos: «Al celebrar un año más la santa Cuaresma, signo sacramental de nuestra conversión, concédenos, Dios todopoderoso, avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en plenitud» (Colecta). Es una invocación que dirigimos a Dios porque sabemos que sólo él puede convertir nuestro corazón. Y es sobre todo en la liturgia, en la participación en los santos misterios, donde somos impulsados a recorrer este camino con el Señor; es entrar en la escuela de Jesús, recorrer los acontecimientos que nos trajeron la salvación, pero no como una simple conmemoración, como un recuerdo de hechos pasados. En las acciones litúrgicas Cristo se hace presente a través de la obra del Espíritu Santo; esos acontecimientos salvíficos se hacen actuales. Hay una palabra clave que aparece con frecuencia en la liturgia para indicar esto: la palabra «hoy»; y se ha de entender en sentido originario y concreto, no metafórico. Hoy Dios revela su ley y a nosotros se nos da escoger hoy entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte (cf. Dt 30, 19); hoy «está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15); hoy Cristo ha muerto en el Calvario y ha resucitado de entre los muertos; ha subido al cielo y está sentado a la derecha del Padre; hoy se nos ha dado el Espíritu Santo; hoy es tiempo favorable. Participar en la liturgia significa, entonces, sumergir la propia vida en el misterio de Cristo, en su presencia permanente, recorrer un camino en el que entramos en su muerte y resurrección para tener la vida.
En los domingos de Cuaresma, y de modo muy particular en este año litúrgico del ciclo A, se nos introduce a vivir un itinerario bautismal, casi a volver a recorrer el camino de los catecúmenos, de quienes se preparan a recibir el Bautismo, para reavivar en nosotros este don y para hacer que nuestra vida recupere las exigencias y los compromisos de este sacramento, que está en la base de nuestra vida cristiana. En el Mensaje que envié para esta Cuaresma recordé el nexo particular que une el tiempo de Cuaresma al Bautismo. Desde siempre la Iglesia asocia la Vigilia pascual a la celebración del Bautismo, paso a paso: en él se realiza el gran misterio por el que el hombre, muerto al pecado, se hace partícipe de la vida nueva en Cristo resucitado y recibe el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos (cf. Rm 8, 11). Las lecturas que escucharemos en los próximos domingos y a las que os invito a prestar especial atención, están tomadas precisamente de la antigua tradición que acompañaba al catecúmeno en el descubrimiento del Bautismo: son el gran anuncio de lo que Dios realiza en este sacramento, una estupenda catequesis bautismal dirigida a cada uno de nosotros. El Primer Domingo, llamado domingo de la Tentación, porque presenta las tentaciones de Jesús en el desierto, nos invita a renovar nuestra decisión definitiva por Dios y a afrontar con valentía la lucha que nos espera para permanecerle fieles. Siempre existe de nuevo esta necesidad de decisión, de resistir al mal, de seguir a Jesús. En este Domingo la Iglesia, después de oír el testimonio de los padrinos y de los catequistas, celebra la elección de quienes son admitidos a los sacramentos pascuales. El Segundo Domingo se denomina de Abraham y de la Transfiguración. El Bautismo es el sacramento de la fe y de la filiación divina; como Abraham, padre de los creyentes, también a nosotros se nos invita a partir, a salir de nuestra tierra, a abandonar las seguridades que nos hemos construido, para poner nuestra confianza en Dios; la meta se vislumbra en la transfiguración de Cristo, el Hijo amado, en el que nosotros nos convertimos en «hijos de Dios». En los domingos sucesivos se presenta el Bautismo con las imágenes del agua, de la luz y de la vida. El Tercer Domingo nos presenta la figura de la Samaritana (cf. Jn 4, 5-42). Como Israel en el Éxodo, también nosotros en el Bautismo hemos recibido el agua que salva; Jesús, como dice a la Samaritana, tiene agua de vida, que apaga toda sed; y esta agua es su mismo Espíritu. La Iglesia en este domingo celebra el primer escrutinio de los catecúmenos y durante la semana les entrega el Símbolo: la Profesión de la fe, el Credo. El Cuarto Domingo nos hace meditar en la experiencia del «ciego de nacimiento» (cf. Jn 9, 1-41). En el Bautismo somos liberados de las tinieblas del mal y recibimos la luz de Cristo para vivir como hijos de la luz. También nosotros debemos aprender a ver la presencia de Dios en el rostro de Cristo y así la luz. En el camino de los catecúmenos se celebra el segundo escrutinio. Por último, el Quinto Domingo nos presenta la resurrección de Lázaro (cf. Jn 11, 1-45). En el Bautismo pasamos de la muerte a la vida y nos hicimos capaces de agradar a Dios, de hacer morir al hombre viejo para vivir del Espíritu del Resucitado. Para los catecúmenos se celebra el tercer escrutinio y durante la semana se les entrega la oración del Señor: el Padre nuestro.
Este itinerario que estamos invitados a recorrer en la Cuaresma se caracteriza, en la tradición de la Iglesia, por algunas prácticas: el ayuno, la limosna y la oración. El ayuno significa la abstinencia de alimentos, pero comprende también otras formas de privación para una vida más sobria. Todo esto, sin embargo, no es aún la realidad plena del ayuno: es el signo externo de una realidad interior, de nuestro compromiso, con la ayuda de Dios, de abstenernos del mal y de vivir del Evangelio. No ayuna de verdad quien no sabe alimentarse de la Palabra de Dios.
El ayuno, en la tradición cristiana, está estrechamente unido a la limosna. San León Magno enseñaba en uno de sus discursos sobre la Cuaresma: «Lo que cada cristiano está obligado a hacer en todo tiempo, debe practicarlo ahora con más solicitud y devoción, para que se cumpla la norma apostólica del ayuno cuaresmal, que consiste en la abstinencia no sólo de los alimentos, sino también y sobre todo de los pecados. A estos necesarios y santos ayunos, por lo demás, ninguna obra se puede asociar más útilmente que la limosna, la cual, bajo el nombre único de “misericordia” abarca muchas obras buenas. Es inmenso el campo de las obras de misericordia. No sólo los ricos y acaudalados pueden beneficiar a los demás con la limosna, sino también los de condición modesta y pobre. Así, aunque sean desiguales en sus bienes, todos pueden ser iguales en los sentimientos de piedad del alma» (Discurso 6 sobre la Cuaresma, 2: PL 54, 286). San Gregorio Magno, en su Regla Pastoral, recordaba que el ayuno se hace santo gracias a las virtudes que lo acompañan, sobre todo a la caridad, a todo gesto de generosidad, que da a los pobres y necesitados el fruto de una privación nuestra (cf. 19, 10-11).
La Cuaresma, además, es un tiempo privilegiado para la oración. San Agustín dice que el ayuno y la limosna son «las dos alas de la oración», que le permiten tomar más fácilmente su impulso y llegar hasta Dios. Afirma: «De este modo nuestra oración, hecha con humildad y caridad, con ayuno y limosna, con templanza y perdón de las ofensas, dando cosas buenas y no devolviendo las malas, alejándose del mal y haciendo el bien, busca la paz y la consigue. Con las alas de estas virtudes nuestra oración vuela segura y más fácilmente es llevada hasta el cielo, adonde Cristo nuestra paz nos ha precedido» (Sermón 206, 3 sobre la Cuaresma: PL38, 1042). La Iglesia sabe que, por nuestra debilidad, resulta difícil hacer silencio para ponerse en presencia de Dios, y tomar conciencia de nuestra condición de criaturas que dependen de él y de pecadores necesitados de su amor; por eso, en Cuaresma, invita a una oración más fiel e intensa y a una prolongada meditación sobre la Palabra de Dios. San Juan Crisóstomo exhorta: «Embellece tu casa con la modestia y la humildad mediante la práctica de la oración. Haz espléndida tu habitación con la luz de la justicia; adorna sus paredes con las obras buenas como con una capa de oro puro y, en lugar de las paredes y de las piedras preciosas, coloca la fe y la magnanimidad sobrenatural, poniendo sobre cada cosa, en lo más alto, la oración como adorno de todo el conjunto. Así preparas para el Señor una digna morada; así lo acoges en un espléndido palacio. Él te concederá transformar tu alma en templo de su presencia» (Homilía 6 sobre la oración: pg 64, 466).
Queridos amigos, en este camino cuaresmal estemos atentos a captar la invitación de Cristo a seguirlo de modo más decidido y coherente, renovando la gracia y los compromisos de nuestro Bautismo, para abandonar el hombre viejo que hay en nosotros y revestirnos de Cristo, para llegar renovados a la Pascua y poder decir con san Pablo «ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20). ¡Feliz camino cuaresmal a todos vosotros! ¡Gracias!

A la Casa del Padre: Fray Francisco García Cervera, OFM. Cap

Fray Francisco Garcia Cervera
 

Fray Francisco García, OFM Cap. nació en Cuba el 11 de junio de 1947. Fue bautizado el 4 de octubre en la fiesta de San Francisco de Asis, fundador de la Orden Religiosa a la que pertenecería años más tarde. Fray Francisco fue ordenado sacerdote en la Parroquia San Miguel en el pueblo de Utuado, Puerto Rico el 3 de junio de 1978. Entre sus primeros ministerios se encontró el servicio en la Comunidad de San Miguel en Utuado en pueblo y campo.
 
Fue miembro del equipo de noviciado y de vocaciones, fue Asistente Nacional de los Franciscanos Seglares. Entre sus múltiples iniciativas se encuentra el Hogar de la Providencia para pacientes de SIDA en Ponce. Solía impartir predicas y retiros espirituales en diferentes partes de la Isla y asistia a varias comunidades de religiosas, en especial las Dominicas de Fatima, las Siervas de Maria y nuestras hermanas Clarisas. Trabajó mano a mano con los Frailes de la Custodia de San Juan Bautista de Puerto Rico de manera especial desde que sus hermanos le encomendaran la misión de guiar a la Orden local como Custodio en el periodo de 2008 a 2014.
 
Partió a la Casa del Padre el jueves, 27 de febrero de 2014 en Mayagüez, Puerto Rico luego de un repentino percance de salud mientras celebraba la Santa Misa en un retiro espiritual a las Siervas de Maria en Cabo Rojo, dos semanas después de haber culminado su periodo al frente de la Orden en Puerto Rico.
 
La Custodia de San Juan Bautista de Puerto Rico, da gracias a Dios por su vida entregada al servicio a los pobres, necesitados y a sus hermanos. 
 
Los frailes de la Fraternidad Ia Inmaculada Concepcion, que trabajamos en esta Parroquia Santuario de los Protomartires de la Inmaculada Concepcion, damos gracias a Dios por la vida de nuestro hermano Fray Francisco. Gracias a su vision hoy estamos los Frailes Capuchinos en este lugar santo.
 
El cuerpo de Fray Francisco sera expuesto en la Parroquia Santa Teresita en Ponce este Domingo 2de marzo a las 12md. El lunes 3 de marzo la Misa Exequial sera en la Catedral de Ponce, presidida por Mons. Felix Lazaro, y Luego, desde alli partiremos al Cementerio Porta Coeli en Bayamon para darle Cristiana sepultura.
 
Aqui en la Parroquia de Espinar, a partir del martes 4 de marzo, ofreceremos los nueve dias la Santa Misa y Rosario por su descanso eterno.
 
Que descanse en paz.
 
Fuente: capuchinospr.org

Cómo tener una buena vida de oración católica

Consejos prácticos. Todos nosotros tenemos dificultades con la oración y debemos entender que esto es normal. La oración es una relación y uno que hacer un montón de trabajo para llegar a a una buena relación, y de muchas maneras la oración es como cualquier otra relación. 

oracion

Muchos de nosotros comenzamos basándola en las buenas experiencias y emociones. Esto, al igual que en una relación romántica, es una buena cosa, ya que ayuda a atraer a dos personas entre sí. Pero, el verdadero amor sólo se puede fomentar una vez que dejamos de depender de emociones fuertes y grandes experiencias. Una vez que las emociones se vayan, debemos tomar la decisión de amar a la otra persona propiamente y no lo que ella hace por nosotros. El verdadero amor es la elección de lo mejor para el otro sin importar el costo para mí. Este tipo de amor no es fácil y hay momentos en los que se sentirá lejos de Dios y que su oración está seca. 
Sin embargo, usted no está solo y debe buscar la ayuda de un buen director espiritual o confesor para ayudarle. Además, es necesario seguir rezando, a pesar de que no se sienta bien para hacerlo. Esta es una señal del amor verdadero, elegir orar aun cuando es posible que no lo quiera, porque usted sabe que es la mejor cosa que hacer. Si continúa orando, su fe va a seguir creciendo más allá de los sentimientos. Estos tiempos de sequedad son un regalo de Dios. Es posible que no se sienta como un regalo, pero realmente lo es. La razón de que es un regalo es porque tenemos la oportunidad de dejar atrás nuestros sentimientos y profundizar en una verdadera relación de amor con Dios.
No podemos hacerlo solos. El Espíritu Santo hace por nosotros lo que no podemos hacer en nuestra oración. Esto es vital, porque  la oración es esencial para el éxito a los ojos de Dios.

7 RAZONES POR LA QUE NUESTRA ORACIÓN DECAE

Desaliento - A veces no sabemos qué decir, cómo orar, qué hacer. A veces estamos cansados, sintiéndonos mal, o simplemente no tenemos el deseo de orar.
Duda - ¿Dios realmente existe? ¿Puede oírme? ¿A Él le importa, incluso si Él existe? ¿Realmente importa la oración?
Impaciencia - Las oraciones pueden parecer no tener fin y sólo el silencio viene del cielo ¿Cuándo me responderá Dios?
Tentaciones - Es fácil orar cuando no usted no tiene internamente el reto de la tentación. Pero, cuando las tentaciones entran, se convierte en una monotonía.
Pereza - A veces nos damos por vencidos o nunca establecemos hábitos que nos sostienen en los tiempos de sequedad o a través de la vida moderna.
Sequedad - Dios parece distante y la oración se convierte en una tarea. Esto puede suceder en cualquier momento.
Problemas físicos, mentales o emocionales - Cuando sufrimos, es difícil rezar, porque a veces sentimos que un Dios amoroso podría hacer que se detenga y no sucede.

15 CONSEJOS PARA AYUDAR A SU VIDA DE ORACIÓN

Frecuentar los Sacramentos - Si usted puede ir a misa diaria, incluso una vez a la semana, ha duplicado su acceso al regalo más grande jamás dado a la humanidad. Si va a confesarse al menos mensualmente, sin duda va a obtener una gran cantidad de gracias. Anótelo en un calendario para que no se lo saltee.
Establecer buenos hábitos - Usted debe ser capaz de confiar en sus hábitos para ayudarle, y no para hacerle daño, en su oración. Un buen hábito tarda  66 días  (al menos) en establecerse. Así pues, si usted puede comprometerse a una rutina de oración durante 2 meses, usted puede comenzar a sentar las bases de hábitos de oración saludables.
Auditoría externa - Usted necesita a alguien más objetivo que usted para mirar su vida de oración y ver cómo lo está haciendo y cómo el Espíritu Santo está obrando. Un director espiritual es muy valioso para ayudar. Pero, si usted no piensa que esté listo, incluso puede tener un amigo santo para hablar de ello.
Pruebe diferentes tipos de Oración - Todos tenemos diferentes gustos en la oración, al igual que la mayoría de las otras cosas en la vida. Por lo tanto, pruebe diferentes tipos de oración y vea cuáles funcionan para usted. Una advertencia – no se dé por vencido demasiado pronto en un tipo de oración. Puede ser que tome un buen tiempo para descubrir si es buena para usted o no.
Ayune regularmente - Hay un gran poder en el ayuno. Vemos en las Escrituras que Jesús ayuna y llama a sus discípulos a hacer lo mismo. Cuando tenemos un mejor control sobre los deseos de nuestro cuerpo, podemos orar mejor.
Superar las distracciones - La forma más sencilla de superar una distracción es la de no entrar en ella. Una vez que se da cuenta que está distraído convierta su corazón y su mente de nuevo a la oración, no al estudio de la distracción. Este simple acto es la forma más fácil para derrotar a las distracciones.
No sobre-pensar la Oración - Muy a menudo tendemos a complicar algo que debería ser natural para nosotros. Estamos hechos para la comunión con Dios. La oración es simplemente dirigir su mente y corazón en la dirección de Dios. Si lo complicamos en exceso, nos vemos atrapados en lo externo.
La sequedad es buena para nosotros - Oraciones secas son un regalo de Dios. Todos anhelamos tener consuelos en nuestra oración, pero es saludable la sequedad para nosotros. Es en la sequedad que nuestra fe es probada y fortalecida.
Ore con Humildad - En la medida en que somos humildes es la magnitud con que la fuerza de la gracia de Dios cambia nuestras vidas. Sin oración humilde, Dios es incapaz de llegar a nosotros, porque no tenemos ninguna necesidad interior para él.
Trabajar en una correcta comprensión de Dios y uno mismo - No puedo enfatizar esto lo suficiente. Muchos de nosotros luchamos para entender cómo un Dios perfecto nos pude amar y quiere una relación con nosotros. Pero, esto se debe, principalmente, a nuestras malas percepciones de nuestra propia dignidad y de la forma en que Dios nos ama incondicionalmente.
Quietud - Nuestras vidas modernas están llenas de ruido. Tenemos que calmarnos para oír a Dios – tanto interna como externamente. Encuentre un lugar tranquilo y silencioso para orar. La Iglesia es útil en este sentido – así que si usted puede parar en una iglesia, aunque sea por poco tiempo, es recomendable que lo haga.
Dar prioridad a la Oración - Programarla. Deje otra cosa. Hay que levantarse temprano. Haga lo que tenga que hacer, pero no deje pasar un día sin tener un tiempo con la persona más importante en su vida.
No sea demasiado duro consigo mismo - Las luchas en su vida de oración no le hacen un mal cristiano. Se trata de una experiencia universal de toda persona que ora. Así que, no se tire abajo usted mismo con las luchas.
No esperar para empezar - La dilación es el enemigo de la oración. Si usted se siente llamado a orar, no lo posponga.
Encontrar y utilizar buenos recursos - Cuando usted no sabe qué hacer o cómo hacerlo, los recursos pueden ayudar. Los recursos incluyen personas, amigos, libros, páginas web, sacramentales (por ejemplo, rosarios), la Sagrada Escritura, etc
Fuentes: Aggie Catholics, Signos de estos Tiempos

CARTA DEL PAPA FRANCISCO A LAS FAMILIAS

 
                                    Franciscus - miserando atque eligendo
Queridas familias:

Me presento a la puerta de su casa para hablarles de un acontecimiento que, como ya saben, tendrá lugar el próximo mes de octubre en el Vaticano. Se trata de la Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para tratar el tema “Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Pues la Iglesia hoy está llamada a anunciar el Evangelio afrontando también las nuevas emergencias pastorales relacionadas con la familia.

Este señalado encuentro es importante para todo el Pueblo de Dios, Obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de las Iglesias particulares del mundo entero, que participan activamente en su preparación con propuestas concretas y con la ayuda indispensable de la oración. El apoyo de la oración es necesario e importante especialmente de parte de ustedes, queridas familias. Esta Asamblea sinodal está dedicada de modo especial a ustedes, a su vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad, a los problemas de los matrimonios, de la vida familiar, de la educación de los hijos, y a la tarea de las familias en la misión de la Iglesia. Por tanto, les pido que invoquen con insistencia al Espíritu Santo, para que ilumine a los Padres sinodales y los guíe en su grave responsabilidad. Como saben, a esta Asamblea sinodal extraordinaria seguirá un año después la Asamblea ordinaria, que tratará el mismo tema de la familia. Y, en ese contexto, en septiembre de 2015, tendrá lugar el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Así pues, oremos todos juntos para que, mediante estas iniciativas, la Iglesia realice un auténtico camino de discernimiento y adopte los medios pastorales adecuados para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen del Evangelio.

Les escribo esta carta el día en que se celebra la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo. En el Evangelio de Lucas vemos que la Virgen y San José, según la Ley de Moisés, llevaron al Niño al templo para ofrecérselo al Señor, y dos ancianos, Simeón y Ana, impulsados por el Espíritu Santo, fueron a su encuentro y reconocieron en Jesús al Mesías (cf. Lc 2,22-38). Simeón lo tomó en brazos y dio gracias a Dios porque finalmente había “visto” la salvación; Ana, a pesar de su avanzada edad, cobró nuevas fuerzas y se puso a hablar a todos del Niño. Es una hermosa estampa: dos jóvenes padres y dos personas ancianas, reunidas por Jesús. ¡Realmente Jesús hace que generaciones diferentes se encuentren y se unan! Él es la fuente inagotable de ese amor que vence todo egoísmo, toda soledad, toda tristeza. En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados… Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús: Él nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino; nos da el Pan de vida, que nos sostiene en las fatigas de cada día.

Queridas familias, su oración por el Sínodo de los Obispos será un precioso tesoro que enriquecerá a la Iglesia. Se lo agradezco, y les pido que recen también por mí, para que pueda servir al Pueblo de Dios en la verdad y en la caridad. Que la protección de la Bienaventurada Virgen María y de San José les acompañe siempre y les ayude a caminar unidos en el amor y en el servicio mutuo. Invoco de corazón sobre cada familia la bendición del Señor.

Vaticano, 2 de febrero de 2014
Fiesta de la Presentación del Señor

FRANCISCO

VI ª semana del tiempo ordinario. Ciclo A

Comentario al Evangelio del Domingo:
Mt 5, 17-37
El domingo pasado nos decía Jesús que los que son sus discípulos son luz para el mundo. Pero no una luz por cuenta propia, sino reflejo del mismo Jesús. Por lo tanto nos interesa saber cuál es el pensamiento de Jesús.



Hoy nos va a hablar de su relación con los mandamientos de Dios, o sea lo que decía la Ley y los profetas. Casi todo el sermón de la montaña es una contraposición con lo que pensaban los fariseos, o más bien los maestros de la ley. Éstos basaban la perfección en el cumplimiento externo de la Ley, expuesta principalmente en los 5 primeros libros de la Biblia.



Jesús da un total giro hacia el interior de las personas. Proclama que lo más importante es el amor. Claro que el amor se demuestra con el cumplimiento de los mandamientos; pero hay muchas tonalidades en dicho cumplimiento.



Hoy la primera gran idea que nos dice es que él no ha venido para abolir la ley, sino para darla plenitud. Esto lo decía sobre todo, porque, como insistía tanto en el amor y en el cumplimiento interior, a algunos les parecía que despreciaba las leyes externas, que para los judíos eran sagradas. Jesús nos dice que no se trata de despreciar las leyes antiguas, que sabemos cumplía, sino darlas vida, de modo que no nos contentemos con el cumplimiento externo sino que pongamos el corazón en ello.



Es necesario por tanto mirar al espíritu de la ley. Por eso proclama Jesús que quien quiera ser discípulo suyo debe ser mejor que los escribas y fariseos para poder entrar en el Reino de los cielos.



Después va a reflexionar sobre algunos mandamientos, distinguiendo lo que se decía al menos popularmente y lo que él complementa: “Pero yo os digo”. Se necesita mucha autoridad para contradecir a los que se creían sabios y custodios de la Ley.



Comienza a explicar el mandamiento que dice:”no matarás”. Los que comentaban la palabra de Dios, de forma externa y según suena, se quedaban en lo externo. Por lo tanto veían que estaba prohibido el homicidio. Pero Jesús explica que hay muchas formas de matar. Y especialmente matar con el corazón. Y lo que se produce en el corazón suele salir por la boca. Por lo tanto hay insultos que son grandes pecados porque son expresión de una muerte que uno ha decretado en su corazón.



De ahí que es pecado todo enfado, cuando encierra un desprecio o una enemistad. De tal manera que es más importante ponerse en amistad con esa persona que ofrecer o asistir a un acto de culto a Dios. Esto porque un verdadero acto de culto a Dios no es tal si se realiza envuelto en un odio al hermano. Jesús diría en varias ocasiones, recordando a los profetas: “Prefiero la misericordia al sacrificio”.



Otro mandamiento que trata Jesús es sobre el adulterio. En aquella sociedad muy machista se habla especialmente del pecado del hombre. Jesús nos dice que hay muchos adulterios internos, por un mal deseo realizaba en el corazón. Es una opción personal, interior; pero que en el corazón está maltratando la unión de dos seres que han querido dar su grandeza y alegría al dirigirse juntos hacia la gracia de Dios.



Otra tercera ley está en el cumplimiento de la palabra dada. Era un poco complicado lo que los maestros de la ley habían organizado sobre los juramentos, es decir el poner a alguien superior por testigo de la verdad proclamada. Nos dice Jesús que a un cristiano le basta decir sí o no. Es decir que su palabra debe tener validez, como su vida. El invocar a Dios para que me crean es signo de inmadurez.



Los mandamientos de Dios estaban redactados de forma negativa: se acentuaba lo que no se debía hacer. Pero Jesús nos viene a enseñar el aspecto positivo: Todo debe realizarse por medio del amor. Quienes se fijan en este aspecto positivo, poniendo mucho amor en cada ley de Dios no sólo cumplen el mandamiento de una manera demasiado justa, sino que van ascendiendo en la unión con el Señor.

Por: P. Silverio Velazco

Nuevo Custodio y su Consejo para el trienio 2014-2017

De izquierda a derecha: Fray Luis Francisco, Fray Roberto y Fray Jose Angel


En el dia de hoy miercoles 12 de febrero de 2014, fue elegido el Nuevo Consejo de la Custodia de San Juan Bautista de Puerto Rico. Son ellos, Fray Roberto Martinez Rivera, OFMCap, de Trujillo Alto, como Custodio, Fray Jose Angel Torres Rivera, OFMCap, de Juana Diaz, como Primer Consejero y Fray Luis Francisco Gonzalez Rivera, OFMCap, de Hatillo, como Segundo Consejero.


Felicitamos a los tres hermanos que han dicho si para guiar la Custodia en este trienio. Y Agradecemos a Fray Francisco Garcia Cervera, OFMCap, nuestro custodio saliente, por su servicio a los hermanos en este pasado sexenio y a Fray Jaime Perez Munoz, OFMCap, por su servicio como Segundo consejero, en este trienio pasado.


Que podamos realizar durante este trienio, el lema de nuestro Capitulo: Nuestra mision, ser hermanos, menores y orantes, para la renovacion de la Iglesia.


Al Nuevo Consejo, les deseamos lo mejor y les aseguramos nuestras oraciones. Que Maria, Madre del Buen Pastor y San Juan Bautista junto a nuestro padre San Francisco, intercedan por toda nuestra Custodia y por su nuevo gobierno.




Paz y Bien.

San Pio de Pietrelcina sigue haciendo ruido… y ahora en el Oeste!


San Pio, celebrando Misa
Francesco Forgionne, mejor conocido como Padre Pio o San Pio de Pietrelcina, es de los santos de nuestra Orden Capuchina el más conocido actualmente. San Pio de Pietrelcina, ha pasado a la historia, como el primer sacerdote estigmatizado de la historia y comparte con nuestro padre fundador San Francisco, ese carisma especial de compasión por los pobres y necesitados y su unión con Cristo que lo hace un “alter Christus”,  “otro Cristo”. Y San Pio lo fue, no solo por su configuración a través de una vida de seguimiento de Cristo como fue la vida de nuestro padre San Francisco, sino también  configuración sacramental, por ser también sacerdote.  Su modo de celebrar la Misa con ese fervor y unión íntima con Jesús, su ministerio de la confesión y la dirección de almas, su caridad para con los pobres, especialmente los enfermos y los carismas extraordinarios que le acompañaron durante su vida lo han hecho ser un santo muy querido e invocado por el pueblo cristiano. Tanta fue la fama que alcanzó  este humilde hijo de San Francisco, que aquel remoto convento de San Giovanni Rotondo, en el Monte Gargano, en Italia, donde lo que reinaba era la pobreza, se convirtió en meta de peregrinos que buscan encontrarse con Dios a través de su siervo San Pio.

Padre Pio, tenía plena conciencia de que Dios le había llamado a una grandísima misión y que esta continuaría después de su muerte. El llego a decir que le había pedido a Dios permanecer a la puerta del cielo, hasta que entrara el último de sus hijos espirituales. Pero, tuvo una frase muy peculiar, y es que el afirmo: “hare más ruido muerto que vivo”. Y esto sigue siendo verdad, pues, la devoción al Santo de los estigmas, lejos de disminuir, sigue en aumento en todo el mundo y Puerto Rico, no es la excepción.


Cuerpo incorrupto del Padre Pio, expuesto en el 2009-2010,
en San Giovanni Rotondo
Cuando los frailes capuchinos, llegamos a la Parroquia Santuario Protomártires de la Inmaculada Concepción de Espinar, varios fieles se me acercaron pidiéndome que les ayudara a conformar un Grupo de Oración del Padre Pio. Fue entonces cuando me di a la tarea de ayudarles a ir formando poco a poco este grupo. Los frailes habíamos traído una imagen del Padre Pio, y el 10 de agosto de 2011, en el 101 aniversario de la Ordenación Sacerdotal del Padre Pio, la instalamos en uno de los claustros exteriores del Santuario. Luego, iniciamos las reuniones mensuales los segundos miércoles de mes. El 23 de septiembre de 2011, celebramos por primera vez la Memoria de San Pio de Pietrelcina. Para dicha ocasión, tuvimos la Reliquia de San Pio (que nos fue traída por Fray Elías Cabodevilla) y que ahora se conserva en su Santuario en el Centro Capuchino. Junto a la Reliquia, nuestro Viceprovincial Fray Francisco, nos prestó una imagen del Padre Pio, que es una réplica de cómo se conserva hoy el cuerpo del Santo en San Giovanni Rotondo. La reliquia regreso a su Santuario, sin embargo, la imagen de la réplica del cuerpo incorrupto de San Pio nunca la vinieron a buscar.  Así, las cosas, la imagen le tuvimos que buscar un lugar en el templo, pues, a los fieles les impactaba mucho la imagen y les movía a pedirle su intercesión.
Replica del Cuerpo incorrupto del Padre Pio, en
 
Mientras tanto, seguimos formando el grupo y decidimos conformar la directiva, escribir el reglamento interno del grupo conforme a los estatutos y buscar la aprobación oficial del obispo. Gracias a Dios, el pasado año, en la Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, nuestro Obispo Álvaro Corrada del Río,SJ nos concedió la aprobación canónica del Grupo de Oración de Padre Pio “La Inmaculada Concepción”, siendo el primer Grupo de Oración en la Diócesis. Además, también, conseguimos inscribirlo oficialmente en el Centro Internacional de los Grupos de Oración en San Giovanni Rotondo.
Cuerpo del Padre Pio expuesto permanentemente desde el 1 de junio de 2013
a la veneracion de los fieles, en su santuario, en San Giovanni Rotondo
 

Entonces,  les propuse a los miembros del Grupo solicitar una reliquia del Padre Pio para nuestra Parroquia- santuario, a lo que todos estuvieron de acuerdo. Le escribí por correo electrónica a nuestro hermano Fray José Ángel, que por esas fechas estaba en Roma, y nos consiguió una reliquia para nuestro Santuario. Y todo esto, en cuestión de días, pues, estamos hablando de mayo del pasado año, y el 1 de junio de 2013, cuando Fray José Ángel regresó a Puerto Rico, trajo consigo la preciada reliquia.  Una feliz coincidencia, pues, ese mismo día exponían permanentemente el cuerpo incorrupto del Padre Pio, en San Giovanni Rotondo. La reliquia que nos enviaron, es un pedazo de pañuelo, manchado con sangre de la herida del costado de San Pio, lo que nos recuerda, su unión con el corazón de Cristo, al que fue devotísimo el Padre Pio.
Reliquia de San Pio con su lampara votiva permanente
 
Ahora, había que buscar hacer algo para conservar dignamente la reliquia de San Pio en el templo. Pedí, a Fray Francisco García, si nos dejaba la imagen de Padre Pio, pues, así le podríamos hacer un retablo, y accedió a nuestra propuesta. Y con la ayuda de los fieles y el diseño que nos preparó nuestro vicario parroquial Fray Luis F. González, mandamos a construir el retablo, que conservaría la réplica del cuerpo incorrupto de Padre Pio, su reliquia, y las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, San Francisco y San Antonio de Padua.  Entre los meses de noviembre-diciembre, se construyó el mismo en madera de cedro, y fue instalado en la parte posterior del templo. Y para la gloria del Señor, y exaltación de sus santos, el pasado domingo 26 de enero de 2014, nuestro Viceprovincial, Fray Francisco García, presidio la Eucaristía de las 11:00am en el Santuario, el cual estaba repleto de fieles, incluso, con gente en los claustros exteriores del templo, y al finalizar la Misa, bendijo el retablo, nos impartió la bendición con la reliquia de San Pio y se instaló definitivamente la misma en la urna preparada para ella, quedando así expuesta permanentemente a la veneración de los fieles.

Fray Francisco instalando la reliquia en la urna del retablo
Son muchas las gracias, que los fieles me comparten que han recibido por la intercesión de San Pio, pero, sobre todo, como su vida les ha animado a volverse a Dios, a iniciar una vida espiritual más profunda y a buscar una mayor profundidad en su vida de fe. Personas, que nunca habían conocido de San Pio, al ver su imagen y preguntar quién es, han buscado saber de su vida y han iniciado una vida espiritual más intensa. Testimonios de personas, que han experimentado cosas extraordinarias con el santo, que les mueven a confesarse después de muchos años. Son todas manifestaciones de que San Pio de Pietrelcina sigue haciendo ruido después de muerto, también aquí en Puerto Rico, y ahora ¡en el área Oeste también!
Retablo de San Pio de Pietrelcina y su santa reliquia, en el Santuario de la Ermita de Espinar
 

Por: Fray Luis Oscar Padilla Cruz, OFMCap

Asociado a la pasión y a la misión de Cristo

Dar al Padre Pío de Pietrelcina el título de “místico”, nos pide bendecir y alabar a Dios, el dador de todo bien, que, por caminos misteriosos (las llagas del Crucificado en manos, pies y costado durante 50 años; la llamada “sexta llaga”, la del hombro de Jesús como consecuencia de llevar la cruz hasta el calvario; la flagelación y la coronación de espinas experimentadas al menos una vez por semana…), quiso asociar al Fraile capuchino a la pasión de Cristo. Y darle el título de “apóstol”, nos urge a imitar a quien pudo escribir o decir frases como éstas: «Quiero ser un pobre fraile que ora»; «Jesús, que yo sea contigo para el mundo Camino, Verdad y Vida. Y para ti, sacerdote santo, víctima perfecta»; «¡Qué feliz sería si lograra amar a Jesús!»; «Vivo devorado por el amor a Dios y el amor al prójimo»; “Si pudiera volar, querría gritar, gritar a todos con toda la fuerza de mi voz: amad a Jesús que es digno de amor”; «Madrecita querida: te amo mucho; más que todos los seres del cielo y de la tierra; después de Jesús, naturalmente, pero te quiero mucho»; «Quisiera tener una voz muy fuerte para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen María»…

El Padre Pío nació en Pietrelcina, provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887 y murió en San Giovanni Rotondo, provincia de Foggia, a donde había llegado el 4 de septiembre de 1916, el 23 de septiembre de 1968. Ingresó en la Orden capuchina el 22 de enero de 1903 y recibió la ordenación sacerdotal el 10 de agosto de 1910. Fue beatificado por Juan Pablo II el 2 de mayo de 1999 y declarado santo por el mismo Papa el 16 de junio del 2002. Entre los muchos dones extraordinarios que le otorgó el Señor (profecía, leer las conciencias, bilocación, milagros…) sobresale el de tener las “llagas” de Cristo Crucificado en sus manos, pies y costado durante 58 años; los ocho primeros, hasta el 20 de septiembre de 1918, invisibles, pero no por eso menos dolorosas; y, desde esa fecha, como heridas visibles que, de forma inexplicable para la medicina, no se cerraban, no supuraban, manaban continuamente sangre fresca...; y que -nuevo misterio para los médicos- desaparecieron en el momento de su muerte sin dejar la más mínima cicatriz en su cuerpo. Si en vida tuvo una «clientela mundial», que buscaba en él consejo, alivio en sus problemas, intercesión ante el Señor, el sacramento de la confesión, participar en su Misa, aunque con frecuencia durara varias horas…, la sigue teniendo, y en continuo crecimiento en todo el mundo, después de su muerte.

Sin duda fueron proféticas las palabras del papa Benedicto XV, dichas cuando el Padre Pío no había cumplido todavía los 35 años: «El Padre Pío es uno de esos hombres extraordinarios que el Señor envía de vez en cuando a la tierra para convertir a las almas». Los retratos que del Capuchino de Pietrelcina han hecho los últimos Papas confirman plenamente el anuncio de su predecesor. Porque es muy breve, recojo aquí el del papa Pablo VI, en palabras al Superior general de los Capuchinos y a su Consejo el 20 de febrero de 1971: el Padre Pío «celebraba la Misa humildemente, confesaba de la mañana a la noche y era, aún si difícil de admitir, el verdadero representante de los estigmas de Nuestro Señor. Era hombre de oración y de sufrimiento».

En dos frases escritas por el Padre Pío y en una tercera, escuchada por él en el momento en que recibió las “llagas” del Crucificado y que manifestó, en junio de 1921, al Visitador apostólico Mons. Rafael Carlos Rossi, podríamos resumir lo más importante de la rica espiritualidad del Santo capuchino.

·  En una carta de noviembre de 1922, dirigida a su hija espiritual Nina Campanile, el Padre Pío escribe en relación a Cristo, a quien llama el “Amante divino”: «desde el nacimiento me ha dado pruebas de una especialísima predilección». Si a la palabra «predilección», que implica amor peculiar, añade el adjetivo «especialísima», y las pruebas de esa gozosa realidad las ha ido recibiendo «desde el nacimiento», se comprende que el Padre Pío se sienta urgido, minuto tras minuto, a lo que propone San Francisco de Asís en relación a Cristo: «Mucho tenemos que amar el amor de quien tanto nos ha amado».

·  En esa misma carta de noviembre de 1922 escribe el Padre Pío, pensando en el año del noviciado, cuando tenía sólo 15 ó 16 años: «Pero tú, (Señor), que me escondiste a los ojos de todos, ya desde entonces habías confiado a tu hijo una misión grandísima, misión que sólo tú y yo conocemos». En la fidelidad a esta «misión grandísima», que la expresa en frases como éstas: «liberar a mis hermanos de los lazos de Satanás»; «poner fin a la ingratitud de los hombres para con Dios, nuestro Sumo Bienhechor»; «hacerles participar de la vida del Resucitado»…, podemos entender la intensísima actividad apostólica del Padre Pío, sus muchas horas diarias administrando el sacramento de la confesión, sus cartas de orientación espiritual, sus invitaciones repetidas a amar a la Virgen María, las obras sociales que promovió…

·  Cuando, en la mañana del 20 de septiembre de 1918, Cristo crucificado se aparece al Padre Pío y le pide meditar y compartir sus sufrimientos y preocuparse por la conversión de los pecadores, y éste, lleno de conmiseración, le pregunta qué es lo que puede hacer, el Capuchino escucha estas palabras: «Te asocio a mi pasión». Aquí se fundamenta una de las realidades más misteriosas y bellas de la espiritualidad de nuestro Santo: el Padre Pío que desea sufrir, que pide al Señor la gracia de sufrir, que se ofrece a Dios como víctima en unión con Cristo...; y el Señor que le concede los sufrimientos más variados e inimaginables, pero otorgándole que esos sufrimientos sean para el “crucificado del Gárgano”: «Mi alimento diario, mi delicia» ¿Las dos cosas al mismo tiempo? Creo que sí.

Por : Fray Elías Cabodevilla Garde, OFMCap
Fuente: www.san-pio.org

El combate de un exorcista hoy: lo que el diablo revela

Habla el presidente de los exorcistas italianos.

Un exorcista que está a la vanguardia en la lucha contra el diablo es el padre Francesco Bamonte. El exorcista de la diócesis del Papa dice que 

“Un comportamiento típico del diablo durante el exorcismo es hablar a menudo acerca de la destrucción y la aniquilación. Todo lo que es bello, bueno, sano, puro y armonioso puede ser burlado y en peligro de extinción y destrucción”, dice el exorcista. 

exorcista Francesco Bamonte

Particularmente notable es el odio del diablo contra el sacramento del matrimonio, los vínculos familiares y el afecto. 
“Él reacciona muy violentamente cuando se bendice el matrimonio de dos personas casadas o si se les invita a renovar sus votos matrimoniales”, dice Bamonte. 
Francesco Bamonte pertenece a la joven Orden de los Siervos del Corazón Inmaculado de María fundada en 1991; el  Cordis Mariae Immaculati Servi es un orden de derecho diocesano. Nacido en 1960, el Padre Bamote fue ordenado sacerdote en 1990. Desde 2012 es Presidente de la  Asociación Italiana de Exorcistas.
Inmediatamente después de su ordenación, se dirigió especialmente al Sacramento de la Penitencia para ayudar a las víctimas de las prácticas ocultas. En 1997 se convirtió en miembro de  la Asociación Internacional de Exorcistas. Desde 2005 es profesor de la  Universidad Pontificia Regina Apostolorum, en Roma, donde dirige el curso sobre Exorcismo y Oración de Liberación. A petición de varios obispos italianos y diócesis extranjeras, él instruye a los seminaristas sobre el tema de ocultismo y exorcismo y sus consiguientes problemas pastorales.  Él también ayuda a los sacerdotes que son nombrados como exorcistas en su diócesis por el obispo.

QUIERE QUE LO ADOREN COMO A DIOS

En la reunión anual en 2013, el exorcista italiano Bamonte pronunció un discurso notable. Él dijo:
“Una repetición en los exorcismos es la insistente demanda del demonio, que los hombres deben adorarle como si fuera Dios. El demonio no acepta ser creatura, se hace pasar a sí mismo por Dios, y él tiene interés de que la gente le ofrezca a él un culto que pertenece sólo a Dios. Durante el exorcismo, a menudo dice: ‘Oren para mí, pídanme a mí, yo soy dios, yo soy dios. Arrodíllate, cuando es invocado mi nombre. Soy todopoderoso. Llámame.’”

DESTRUCCIÓN DE LO BUENO

Otra característica esencial en el comportamiento del demonio durante el exorcismo, es que es muy común que hable de “destrucción y destrucción.” Todo lo que es “bueno, bello, sano, puro y armonioso” se cubre con mofa por el demonio. Él amenaza con destruirlo todo. El odio especial de las fuerzas demoníacas se aplica al sacramento del matrimonio y de la familia. 
El sacerdote habla de un exorcismo en la que el demonio le dijo:
“No me gusta la forma en que las mujeres están vestidas. Usted debe desnudarse aún más por lo que su sexo debe ser prevalente y pueda destruir a más familias.”
En otros exorcismos, el demonio habló de una manera muy metafórica de los órganos sexuales como el “centro del mundo”.
El diablo responde con “furia”, si el matrimonio de una pareja es bendecida o si los jóvenes quieren ser castos hasta el matrimonio. El diablo maldice esas decisiones de pureza y castidad como “basura”, dice el padre Bamonte.

ABORTO Y SEDUCCIÓN SEXUAL

Una característica sobresaliente de la “personalidad” del diablo es su “odio abismal”.
Él disfruta con el mal en cualquier forma en que se produce.”
En un exorcismo, exclamó:
“Tomad este libro atroz del Apocalipsis que está escrito acerca de una mujer que da a luz. Yo siempre trato de comer a los niños ¿Sabes cómo…?”
Entonces el diablo describió con palabras aterradoras el asesinato en masa diario de miles de niños no nacidos que son asesinados por el aborto en el útero. También ilustró en todos los detalles, el abuso sexual atroz de los niños. 
Él siempre añade en sus declaraciones espantosas el horrible: “¡Cuánto me gusta eso!”,  dice el padre Bamonte.
También dijo que él habló de cómo los jóvenes se destruyen con el uso de drogas o sobre los terroristas suicidas islámicos que se inmolan.

LOS PERVERTIDOS Y BURLADORES

“Es sorprendente, cómo él tuerce todo y vuelve boca abajo convirtiendo el mal en bien y el bien en mal. Cuando le ofrecí a él una reliquia, gritó: ‘¡Qué hedor!’ Es es cómo él lo ve. Con Él, quiere decir Jesucristo, cuyo nombre nunca pronuncia por desprecio y odio. Cuando le mostré un rosario, dijo ‘cadena maldita con la cruz en el extremo’. Cuando lo rocié con agua bendita, los poseídos, el diablo, protestan airadamente: ‘No me puedes lavar con el agua, que apesta y quema’. Cuando dije las palabras sobre un poseído ‘Bendice Señor este hermano’ el diablo gruñió inmediatamente, ‘¡él será condenado, yo lo llevaré al infierno!’”
El exorcista continuó:
“Cuando llegué a las palabras, ‘inimìce fidei, hostis, umani generis, adducto mortis’ en el curso de una exoricismo, el demonio dio toda su devoción por el mal y para que el mal sea reconocido: ‘el poder del mal será ??nuestro altar en el que vamos a sacrificar la vida de tus malditos hijos e hijas en este altar, vamos a derramar la sangre de tus malditos hijos e hijas. Hay un dios para los que odian, y ese dios es mi dios’

“EL ODIO DE LA GENTE ME ALIMENTA”

El diablo muestra su verdadera cara durante los exorcismos. Él debe ser visto para revelarse a sí mismo tal como es, como quien constantemente quiere dividir a la gente en contra de unos a otros. Él goza del odio entre las personas y anhela la malignidad humana,
“este es el alimento que me nutre y me fortalece”, le había contestado una vez, dijo Bamonte.
“Muchas veces”, dice el exorcista, “he oído al demonio en perfecto acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia que el mal es una decisión libre de un hombre. Él también tuvo que admitir que él no puede hacer nada en contra de la voluntad del hombre, si él se opone a la gracia que lo apoya. Él es, como lo explica claramente una y otra vez, el gran tentador que quiere tentar a la gente siempre: ‘Nuestro deber es tentar, siempre, a cualquier persona, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Algunos son atrapados en nuestra red, algunos para siempre’

EL PODER DE LA ORACIÓN Y DE LA SAGRADA LITURGIA

El exorcismo demuestra la potencia inmediata de la oración, dice el exorcista de la diócesis de Roma.
El exorcismo es una acción litúrgica y por lo tanto una oración de la Iglesia. El exorcista no hace nada en su propio nombre, sino todo en el nombre de Jesucristo y de la Iglesia. Cuando vemos lo mucho que este rito perturba al diablo y los demonios y lo derrota, entonces nos damos cuenta de todas las otras acciones litúrgicas de la Iglesia, la oración y la gracia que ellas obtienen en forma más potente. Eso realmente nos debe animar a orar, a hacer uso de la ad Sacramentos, visitar la Santa Misa”. 
“En un exorcismo, el demonio tuvo que admitir, ‘aparentemente obligado por Dios’ y decir: ‘Si ustedes vivieran de rodillas delante de él y le adoran y cantan alabanzas, como lo hacen los ángeles, no tendríamos todo el poder, el que usted nos da sobre usted’
Fuentes: Eponymous Flower, Signos de estos Tiempos